Desde sentencias judiciales hasta ciberataques o conflictos laborales, estos episodios nos recuerdan una verdad incómoda: la crisis no avisa, pero sí se puede anticipar. Y la forma en que una empresa comunica en esos momentos puede marcar su supervivencia a medio plazo.
La reputación ya no se gestiona solo desde dentro
Hoy, el juicio más rápido y visible ocurre fuera de los despachos: en redes sociales, foros, titulares y búsquedas de Google. La gestión de la comunicación en situaciones sensibles ya no es una cuestión secundaria. Es una función estratégica, especialmente cuando hay vidas, confianza o valor de marca en juego.
Casos recientes: del impacto judicial al daño reputacional
Firmas como Grifols, Sónar y muchas pymes industriales han protagonizado titulares difíciles en los últimos meses. Procesos judiciales, conflictos internos, ciberataques o cuestionamientos éticos han hecho tambalear su reputación. Y en muchos casos, su falta de respuesta o una reacción tardía ha amplificado el problema.
¿Qué tienen en común las empresas que sobreviven bien a una crisis?
- Tienen planes de contingencia preparados (y entrenados).
- Asignan responsables de comunicación de crisis antes de que estalle el problema.
- Saben cuándo hablar y cuándo callar, pero nunca desaparecen.
- Tienen protocolos para portavoces, redes sociales, clientes y medios.
- Y sobre todo: no improvisan.
El coste del silencio o del mensaje mal gestionado
Un mensaje mal medido o una actitud de negación puede salir caro: pérdida de clientes, de talento, de contratos… o incluso de licencias. Pero una gestión profesional puede reducir hasta un 50% el impacto reputacional de una crisis, según estudios de consultoras especializadas.
¿Y si mañana le toca a tu empresa?
Desde Solid Media, ayudamos a empresas a prepararse antes de que llegue la crisis —y a comunicar con firmeza y responsabilidad cuando ya es inevitable.
Si eres directivo, lideras comunicación o RRHH, o simplemente no quieres estar desprotegido, quizá hoy sea el mejor momento para empezar a hablar.
¿Quieres saber si tu empresa está preparada para una crisis reputacional?
Escríbenos y hablemos confidencialmente.




